Enriquecimiento injusto o pago de lo indebido, son términos que tal vez te suenen si alguna vez has percibido ingresos que no te correspondÃan o por el contrario has tenido que hacer frente a pagos sin causa justificada.
También, suele ser un argumento que usan a su favor las compañÃas de seguro para evitar pagar las indemnizaciones a sus clientes.
En este artÃculo te aclaramos todo lo que deberÃas saber para afrontar con éxito estas coyunturas.
¿Qué significa enriquecimiento injusto y cuáles son sus requisitos?
Cuando hablamos de enriquecimiento injusto o sin causa, nos referimos a esas situaciones en las que se produce un traspaso de bienes o cualquier otra ventaja, sin que exista una causa que lo justifique. De esa circunstancia, se deriva el enriquecimiento de una de las partes implicadas y el empobrecimiento, consecuente, de la otra. Es decir, una persona se lucra a expensas de otra.
No obstante, esta ganancia por una de las dos partes puede darse sin que exista mala fe. Es decir, no se tiene en cuenta la intención o deliberación. Pues alguien puede adquirir bienes o beneficios porque se haya producido por ejemplo, un error administrativo, y seguirÃamos hablando de enriquecimiento injusto.
Esto también se conoce como enriquecimiento ilÃcito o ilegÃtimo, ya que no existe una justificación ante la ley que respalde esa transferencia de bienes, y por tanto, hablarÃamos de un acto que no es legal.
El principal problema que surge con estos casos es que es una práctica que, como tal, no está contemplada por ninguna ley. En ciertos artÃculos del Código Civil podemos encontrar referencias o puntos que nos permiten saber cómo actuar, pero tal y como vemos en el Art. 10.9:
“En el enriquecimiento sin causa se aplicará la ley en virtud de la cual se produjo la transferencia del valor patrimonial en favor del enriquecido.â€
De ahà que cada caso sea un mundo y la forma de intervenir, también. Lo que sà queda claro es que la parte que se beneficia en detrimento de la otra, tiene obligación de reponer y responder a lo que haya tomado ilÃcitamente.
Uno de los ejemplos de enriquecimiento injusto tÃpico lo podemos encontrar en los contratos de arrendamiento,  cuando el arrendatario realquila o subarrienda a una tercera persona, pese a su prohibición y establece una renta superior a la que tenÃa pactada con el propietario, sin su conocimiento ni consentimiento.
Hasta octubre de 2015, el Código Civil establecÃa que la acción de enriquecimiento sin causa prescribÃa en el transcurso de 15 años. Sin embargo, ahora ese plazo está fijado en 5 años:
Art. 1964 Código Civil: “Las acciones personales que no tengan plazo especial prescriben a los cinco años desde que pueda exigirse el cumplimiento de la obligación. En las obligaciones continuadas de hacer o no hacer, el plazo comenzará cada vez que se incumplan.â€
¿Cuándo cabe apreciar que existe un enriquecimiento injustificado?
Ante esta falta de regulación, cabe más si cabe aún plantearse cuáles son los requisitos o circunstancias que se tienen que dar para que de cara a la ley exista un enriquecimiento sin causa.
La jurisprudencia, es decir, las diferentes sentencias dictadas por tribunales de justicia, es la que nos ayuda a ilustrar mejor todo este panorama.
AsÃ, de cara a ejercer la acción de enriquecimiento injusto, y poder restituir lo que le corresponde a la parte perjudicada, se establece que tienen que darse una serie de requisitos o presupuestos para apreciar una conducta ilÃcita:
- Que se haya producido un enriquecimiento de la parte demandada. Esto puede traducirse en bienes monetarios, patrimoniales o cualquier otra ventaja que le supone un beneficio considerable, como la no disminución del patrimonio.
- Que a consecuencia de esto, la parte demandante haya sufrido un empobrecimiento. Esto puede variar entre pérdidas económicas, patrimoniales o, incluso, daños morales por esa situación de ventaja adquirida por el demandado.
- Que no exista una causa que justifique ese desplazamiento y adquisición de bienes.
- O que se de una relación de causalidad o vÃnculo entre enriquecimiento y empobrecimiento.
Otro aspecto que no debes pasar por alto, es el hecho de que la acción de enriquecimiento injusto no tiene como fin la restitución de los bienes extraÃdos a la parte empobrecida. A través de esta acción lo que se procede es a una compensación económica equivalente.
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Principio de igualdad
Cuando se dan casos en los que se producen desplazamientos de bienes, es importante no solo que estén justificados, como ya venÃamos diciendo. Además, la jurisprudencia puede tomar como argumento el principio de igualdad.
Este derecho, que es natural y está contemplado en la Constitución, nos recuerda que, en esta y en cualquier otra circunstancia, todos los españoles deben ser tratados de igual y justa manera.
Fallo en contra del enriquecimiento injusto: el caso de MAPFRE
Como decÃamos al inicio de este artÃculo, el enriquecimiento injusto suele ser un argumento muy empleado en ciertos sectores como puede ser el de las aseguradoras. Esto lo hacen para poder evitarse el pago de indemnizaciones a sus clientes.
En relación a esto, recuperamos un caso que tal vez conozcas que tuvo lugar en octubre de 2014 y cuyo principal protagonista es la aseguradora Mapfre.
Los hechos se produjeron tras un accidente sufrido por uno de los asegurados de dicha compañÃa. Una vez hechas las reparaciones pertinentes al vehÃculo siniestrado, el asegurado reclamó a Mapfre las cuantÃas pertinentes, a lo que la empresa se negó.
El problema fue que la aseguradora consideraba que los gastos de reparación eran excesivos teniendo en cuenta el precio de valor de mercado del vehÃculo en ese momento. AsÃ, para poder evitar asumir la cuantÃa total reclamada, se amparó en el argumento de enriquecimiento injusto por parte del cliente.
Finalmente, la Audiencia (de Pontevedra) consideró que no existÃa dicho enriquecimiento ilÃcito pues el cliente ya compensaba el total de la indemnización con las primas anuales que aportaba a Mapfre.
Como vemos, la acción de enriquecimiento injusto debe estar justificada y sustentada en hechos que verdaderamente demuestren una situación de ventaja frente a otra de desventaja para que sea reconocida por la justicia.
Pagos en exceso: el cobro de lo indebido
Tal y como establece el ArtÃculo 1895 del Código Civil:
“Cuando se recibe alguna cosa que no habÃa derecho a cobrar, y que por error ha sido indebidamente entregada, surge la obligación de restituirla.â€
El cobro de lo indebido es él vÃnculo o relación jurÃdica existente entre el que recibe algo que no le correspondÃa y el que lo paga por error, siendo obligatorio la restitución de lo indebidamente pagado y cobrado.
Devolución de pagos en exceso: el caso de la Agencia Tributaria
Aquà podrÃa resultar de aplicación, lo que hemos indicado en el apartado anterior. Otra de las circunstancias en las que tenemos que contemplar el enriquecimiento sin causa, es a la hora de tributar en la Administración.
Se dan los casos, y tal vez te haya pasado, en los que o bien se paga de más o se percibe de más por errores, que pueden ser del contribuyente o administrativos.
Estos pagos en exceso o indebidos, deben ser restituidos para que en ningún caso se produzca una situación de enriquecimiento ilÃcito.
La forma de actuar será la de restituir las sumas recibidas por una parte u otra. Únicamente estarÃamos hablando de pagos de intereses a favor del contribuyente implicado, en caso de que los desajustes se hubiesen generado por culpa de la Administración.
Si ocurre por error del contribuyente, que suele ser lo más común, no existirÃan pagos adicionales, solo se devolverÃa lo percibido en exceso por una parte u otra, no obstante, si te encuentras en esta circunstancia, no dudes en contactar con nuestro departamento de abogados fiscalistas para tramitar la correspondiente solicitud.
¿El enriquecimiento ilÃcito está contemplado por el Código Penal?
La respuesta es no. Al igual que explicábamos que el enriquecimiento ilÃcito o sin causa no está especÃficamente plasmado en el Código Civil, con el Código Penal ocurre lo mismo.
No existe una legislación propia para este concepto, únicamente contamos con ciertas contemplaciones legales que son aplicables y con lo marcado en la jurisprudencia.
En más de una ocasión, se ha cuestionado la falta de regulación de esta conducta ilegal y su necesidad de ser contemplada como delito dentro del Código Penal, sobre todo, como consecuencia de los múltiples casos de corrupción.
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